
He intentado mirarme entonces al espejo sin llegar a verme. No recordaba haberlo colgado tan alto, y he tenido que ponerme de puntillas para percatarme que mi cabeza estaba casi calva y que tenía el careto de Franco. Quise gritar y me salió aflautado y en gallego.
Aterrorizado, tropecé con el gato y caí de culo. En el suelo había un carnet del PP con mi nombre, pero la foto era la de Rita Barberà embutida en un vestido trucado de fallera que dejaba mis nalgas al aire. De pronto se abrió el techo del retrete y entró el dedo de Dios, que me apuntaba y me decía: “¡Ahora estás impuuuuutaaaaadooooo, devuelve lo que no es tuyoooo!”.
(Continuará)
Aterrorizado, tropecé con el gato y caí de culo. En el suelo había un carnet del PP con mi nombre, pero la foto era la de Rita Barberà embutida en un vestido trucado de fallera que dejaba mis nalgas al aire. De pronto se abrió el techo del retrete y entró el dedo de Dios, que me apuntaba y me decía: “¡Ahora estás impuuuuutaaaaadooooo, devuelve lo que no es tuyoooo!”.
(Continuará)
No hay comentarios:
Publicar un comentario