viernes, 29 de marzo de 2013

Los Caprichos de Andrés

 
Cada vez que el niño tenía un capricho nuevo, su abuela -que había nacido justo antes de la guerra en Almodóvar- le contestaba “Andrés ¿Cuántas veces podrás quitarle sais a treinta y sais?”. Y el niño, que se creía muy listo, le decía “Seis veces, abuela”. Entonces, la vieja le acariciaba la cara y apostillaba “Una sola, Andrés, una sola”.