Mi amigo Ambrosio Panadero se preguntaba ayer mismo
si José Luis Sampedro y Sara Montiel no serían los extremos de una misma
entidad, una entidad diversa y representativa del lado claro de la fuerza,
testigo de una época que parece morir definitivamente con ella/ellos.
Curiosamente, Ambrosio apostillaba su pensamiento -él que, más que ateo, es
antiteísta- con una reflexión sobre la coincidencia de la muerte de
"Sarampedro" con la de Margaret Thacher, como una prueba más de que
dios es un fontanero chapucero que hace lo que puede y que sólo ha intentado
-con más tontuna que fortuna- restablecer por la tremenda el equilibrio de un
universo que hace ya décadas que está condenado. Bakunin, Luc Skywalker y Buda
habrían estado, sin duda, de acuerdo con él. Y yo también.
miércoles, 10 de abril de 2013
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