lunes, 8 de agosto de 2011

El ajoblanco

Ponemos un par de rebanadas de pan de pueblo en agua fría para que la miga se ablande. Cuando esté maleable, la apartamos de la costra y la reservamos.
Mientras, ponemos a hervir una olla con agua; ponemos las almendras en un colador y le echamos por encima dos o tres cucharones de agua hirviendo. Dejamos enfríar unos minutos y las pelamos.
Majar en un mortero los ajos y las almendras con un poco de sal. Luego añadir el pan remojado y hacer una pasta a la que le vamos añadiendo el aceite para que ligue. Se le añade entonces el vinagre y finalmente el agua bien fresca.

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