lunes, 8 de agosto de 2011

Vidas ejemplares III: Santa Catalina de Siena, o cómo no dejar nunca de sorprenderse.

Santa Catalina de Siena, patrona de Italia, se casó místicamente con Jesús... Pero lo hizo con todos los honores. Según la tradición católica, Catalinetta tenía la hermosa costumbre de gritar y revolcarse mientras veía a la Virgen. En una de las visiones místicas, María le anunció que en breve se convertiría en su suegra, y le presentó al mismísimo Jesús; la boda se celebró con todo el boato y al final de la imaginada ceremonia el Mesías le hizo entrega de un anillo de carne, a la vez que le decía: “Recibe este anillo como testimonio que eres mía y serás mía para siempre” (sic). En realidad la sortija "orgánica" no era otra cosa que el santo prepucio... y la santa de Siena lo llevaría puesto el resto de sus días, aunque sólo fuera visible para ella.
Y Catalina murió y su dedo se transformó en reliquia (ver foto adjunta). Muchas beatas que lo adoraban llegaron a afirmar que veían con claridad el famoso anillo de carne. No somos nadie.

No hay comentarios:

Publicar un comentario